DON QUIJOTE
Don Quijote era un hombre de unos cincuenta años que vivía en un lugar de la Mancha (se sospecha que aquel lugar era Villanueva de los
Infantes).
Descripción física: Don Quijote era un hidalgo físicamente
alto, delgado, con una nariz puntiaguda, barba blanca,
bigote y tono de piel pálido. Era de complexión recia, seco
de carnes, enjuto de rostro, gran madrugador y amigo de la
caza.
Vivía junto con su sobrina, una ama de casa y un mozo
de campo que hacía labores de labranza.
Descripción psicológica: nuestro protagonista es torpe, gracioso y estaba un poco obsesionado con los libros de caballerías, tanto que se llegó a olvidar del ejercicio de cazar y de gestionar su hacienda. Incluso, llegó a vender muchas fanegas de tierra de sembradura para comprar libros de caballerías.
Don Quijote se imaginaba cosas, muchos dicen que está loco. Por ejemplo, en vez de ver unos molinos, él se imaginó que eran unos gigantes. Además, es un personaje muy torpe y gracioso, que nos hará reír a lo largo de toda la historia.
Se pasaba toda la noche en vela leyendo y por el día durmiendo. Sus vecinos, el barbero y el cura de su pueblo, discutían con él sobre quién era el caballero más valiente de todos los libros que se habían leído.
Él se creía un gran caballero, a pesar de que los caballeros en su época ya no existían. Estaba enamorado de su vecina, Aldonza Lorenzo, pero él la llamó “Dulcinea del Toboso” porque ese nombre le parecía músico, peregrino y significativo. Durante toda la obra, va a intentar de conquistarla con sus hazañas.
Tenía un vecino, Sancho Panza, que se convirtió en su fiel escudero y le prometió una ínsula, lo que le movió a acompañarle y serle fiel.
A Don Quijote se le fue tanto la cabeza que su sueño de convertirse en caballero se hizo realidad debido a que, un día, exactamente en julio, (en la época de verano es donde los caballeros no salen tanto a buscar hazañas por el gran calor que hace) decidió irse a buscar hazañas.
En el primer capítulo podemos observar cómo nos describe su rutina para irse. Haciendo un breve resumen, nos cuenta que limpió su espada y comprobó si servía. Se fue a buscar a su rocín y pensó que “Rocín” no era un nombre para un caballo de un caballero. Estuvo pensando y decidió ponerle Rocinante (es un juego de palabras que explica que el caballo antes era un rocín pero que ya ha dejado de serlo).
Después nos explica el cambio de su nombre y el de su amada. Don Quijote en realidad se llamaba Alonso Quijano, entonces pasó lo mismo que con su caballo, no era un nombre apropiado para un caballero. Por lo tanto, decidió ponerse Don Quijote. (En esa época tener el “Don” significaba que la persona que lo poseyera era un noble o alguien importante, no te lo podías poner porque sí). Él, sin embargo, aun sabiendo que no era p perteneciente a la nobleza, se puso el “Don” sin problemas.
A continuación, nos cuenta cómo se “enamoró”. Explica que él tenía una vecina llamada Aldonza Lorenzo, que tenía un nombre inapropiado para una doncella,
con lo cual, lo cambió por Dulcinea del Toboso. Aquella vecina no sabía sobre la
existencia de Don Quijote, pues era una campesina que vivía cerca, nada más.
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Metamorfosis: en la primera parte del libro se puede observar en Don Quijote una evolución a nivel personal, la cual, se puede considerar mala o buena, depende del criterio del lector. Don Quijote se vuelve cada vez más “loco”, o podríamos decir que cada vez le echa más imaginación a eso de ser “caballero”.
Esto es observable en toda la historia, por ejemplo, cuando sueña con un gigante y pelea con él mientras está dormido, y el vino de la venta en la que estaba, que él, además, rompe en el transcurso de esa “batalla”, cree que es la sangre del gigante y que, en efecto, lo ha vencido.
Asimismo, en el transcurso de la primera parte del libro, Don quijote sufre distintas alucinaciones de aventuras, sucesos o eventos relacionados o semejantes a los que ocurren en los libros de caballerías que él ha llegado a leer. Se toma muy en serio eso de ser “caballero”, no hace nada que no sea propio de esto e intenta hacer lo posible por ser lo más parecido a uno de la época.
En la segunda parte, Don Quijote, ya no sufre de tantas alucinaciones, más bien se monta sus propias películas pero, a costa de las mentiras de los demás, que ya conocen su situación e intentan engañarle y reírse de él a toda costa.
Asimismo, Don quijote, se vuelve famoso
gracias a un libro que han escrito sobre él,
aunque eso de ser “caballero”, ya no se
lo toma tan en serio en esta segunda
parte, ya que en algunas ocasiones
podemos observar actitudes no muy
propias de un caballero, como puede ser
que el propio Don Quijote pague en una
venta, con dinero y, como él ha citado en varias ocasiones, un caballero no tendría por qué hacerlo, esto en la primera parte sería impensable para él.
Algo curioso es que el mismo Don Quijote recibe distintos nombres a lo largo de la novela, como su nombre real que es Alonso Quijano ya mencionado antes, el propio nombre de Don Quijote o el nombre del "Caballero de la Triste Figura". Por último, recibió también el nombre de "Alonso Quijano, el Bueno",cuando estaba apunto de fallecer y repentinamente se volvió cuerdo.
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